Castilla-La Mancha potencia el sector del futuro: la bioeconomía

Con el paso de los años, la bioeconomía ha pasado a ser un elemento clave en la sociedad actual. Se trata del conjunto de aquellas actividades económicas de las que podemos obtener productos y servicios generando valor económico a través del uso sostenible y ecoeficiente de los recursos de origen biológico. 

Siguiendo la misma línea, existen factores determinantes que hacen que el desarrollo de la bioeconomía sea cada vez más esencial en los próximos años. Entre ellos destaca, por ejemplo, el importante crecimiento de la población mundial que se prevé en las siguientes décadas, el consiguiente incremento de la demanda de alimentos, una mayor dependencia energética o la escasez de agua y otros recursos debido a su sobreexplotación.

Sin embargo, cabe destacar que la bioeconomía no solo tiene como objetivo la producción y comercialización de alimentos, sino también la de productos forestales, bioproductos y bioenergía. Además, para llevar a cabo su actividad, la bioeconomía requiere de otros sectores como el público, el científico o el tecnológico entre muchos otros.

Castilla-La Mancha como motor de la bioeconomía

Por su parte, Castilla-La Mancha presenta características propias que hacen que la región sea una de las más desarrolladas en lo que al sector bioeconómico respecta. Entre sus múltiples iniciativas, ventajas y proyectos destacan:

  1. Su abundante producción agropecuaria de alta calidad para uso como materia prima de la industria de base biológica.
  2. El apoyo institucional a la I+D+i, gracias al cual, la región cuenta con numerosos centros de investigación, tanto públicos como privados, entre los que destacan el Parque Científico y Tecnológico de Castilla-La Mancha, Instituto Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario y Forestal (IRIAF), el Instituto de Sistemas Fotovoltaicos de Concentración (ISFOC) o el Centro Nacional del Hidrógeno y de la Pila Combustible (CNH2).
  3. Abundan, además, las colaboraciones público-privadas e iniciativas de I+D a la vanguardia nacional, como el Proyecto CLAMBER (Castilla-La Mancha Bio-Economy Region). Este proyecto fue gestionado y desarrollado por el Instituto Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario y Forestal de Castilla-La Mancha (IRIAF), y tiene los siguientes objetivos:

    • Construir una biorrefinería tecnológicamente avanzada a escala demostrativa para la investigación en la producción de bioproductos innovadores de alto valor añadido y biocombustibles a partir de biomasa.
    • Crear un polo tecnológico en la región para activar sinergias con las empresas tanto productoras de la biomasa como usuarias de los bioproductos y fomentar la creación y la explotación de nuevos nichos de mercados.
    • Revitalizar la economía local y revertir la demografía negativa que caracteriza las áreas rurales.
    • Crear un sistema de cooperación público-privado eficiente, orientado al avance científico-tecnológico y motor de iniciativas de alcance europeo e internacional.

    Proyecto CLaMber

  4. Cuenta con una política activa de promoción de clústeres regionales en gran diversidad de sectores. Entre ellos el de la Salud, Sociedad Inclusiva y Segura; Mundo Digital e Industria; Clima, Energía y Movilidad; y Recursos Alimentarios y Naturaleza.
  5. Es una de las regiones que más incentivos ofrece a las empresas que se instalan en su territorio: tanto a la inversión, como a la I+D y a la formación y a la contratación de trabajadores.
  6. Dispone de mano de obra cualificada para este sector, procedentes de grados técnicos (ingenierías, formación profesional, medicina, etc.) y una relevante concentración de profesionales con formación científico-técnica debido a la existencia de centros de investigación.
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Todo lo anterior convierte a la región en un lugar que ofrece múltiples ventajas y beneficios para aquellos inversores que decidan apostar por el sector de la economía circular en Castilla-La Mancha.

Visión sostenible sobre el futuro de Castilla-La Mancha

La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, aprobada por la Asamblea General de la ONU en 2015, nació con el objetivo de regir los programas de desarrollo mundiales durante los próximos 15 años. La Agenda plantea 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), con 169 metas de carácter integrado e indivisible que abarcan las esferas económica, social y ambiental.

La aprobación de la Estrategia Agenda 2030 de Castilla-La Mancha supone un gran paso para transformar el compromiso en realidad. Con ella  pretende visibilizar, sensibilizar y transmitir la importancia del cumplimiento de los ODS, en las tres dimensiones que abarcan: social, ambiental y económica. Se perfila como la herramienta de coordinación interadministrativa y de participación social, así como la hoja de ruta y guion para la ordenación e implementación de todas las actuaciones que se lleven a cabo en la Comunidad Autónoma, tendentes a la consecución de un desarrollo regional basado en criterios de sostenibilidad.

El pasado 23 de febrero se hizo público el Informe de Progreso Agenda 2030 en Castilla- La Mancha 2019 – 2021. En este período se han sentado las bases de la Agenda 2030 y el Informe de Progreso refleja un gran avance y progreso significativo en la mayoría de los objetivos, con un logro del 35 por ciento de las metas. Además, se ha aprobado mediante decreto la Red Local 2030 de Castilla-La Mancha, con el objetivo de reforzar el trabajo con las entidades locales para seguir avanzando en la implementación de los ODS en todos los municipios de la región.

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